Debo confesar que soy de las personas que me gusta guardar cosas. Tengo aun algún juguete de niño, tengo gafetes de eventos universitarios, chapas de varias muchas cosas, un sin fin de libros, trabajos y cuadernos desde mis inicios en la universidad y cualquier cosa que se les ocurra.
La mayoría de estas cosas siempre salen airosas de las "limpiezas" ocasionales. Pero desde que me casé la presión para que me deshaga de "tanto chechere" para no decir basura aumentó significativamente. Y no había jornada de limpieza que no terminará con malas pulgas.
Pero este diciembre pasado por confinamientos tuvo un efecto revelador, motivado de pasar las festividades con mis hijas y con unas ganas enormes de que tanto ellas, como mi "eliminadora de checheres" lo pasarán lo mejor posible ya que no harían su viaje anual al oriente del país, me entregué más de lo común a la remodelación de un espacio en nuestra casa.
Y chiarán!! pasó algo... de repente me encontré con un mundo enorme frente a mi, y ese mundo me gustaba.
En la remodelación del "Estudio" aprovechamos para hacerlo como queríamos que fuera, y eso implicaba despegarme de varias cosas, y así lo hice, hasta con placer incluido y un cierto orgullo crecía en mi.
El resultado nos encantó y queremos extenderlo a toda la casa. Porque mas que botar cosas (que también lo es) es cambiar la concepción de como asumimos la vida en general.
Y para completar el cuadro en Netflix estrenaron un documental sobre el minimalismo dejando sin vuelta atrás y más bien acelerando los procesos.
Básicamente el documental se centra en la frase: "Vivir con menos, para vivir con más" y ofrece algunas técnicas e ideas para abordar este estilo de vida.
Dentro de esas ideas está el #Proyecto333 que consiste básicamente en usar sólo 33 prendas durante 3 meses. Y ya comencé mi proyecto;
Mi lista:
- 3 jeans
- 1 pantalón de vestir
- 3 pares de gomas
- 1 par de zapatos
- 1 morral
- 1 correa
- 6 camisas manga larga
- 4 camisas manga corta
- 1 chaqueta
- 3 sweter
- 6 franelas
- 1 Bermuda
- 2 pantalones cortos
Y les comentó que mis primeras impresiones son que al salir solo tengo la opción de elegir entre ropa que realmente me gusta. Y por supuesto desechar en dos niveles el resto de las prendas (una pila para un siguiente ciclo y otra para vender o donar)
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Luego escribiré sobre específicamente los espacios de mi casa y como fue deshacerme de ropa entrañable..., pero me hicieron recordar "ama a las personas, no a las cosas"
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